martes, 12 de febrero de 2013

Alerta sobre la urgencia de construir alternativas al modelo extractivista de acumulación

El Foro Internacional: Post-extractivismo, Escenarios para Emanciparse del Sistema-Mundo”, realizado el pasado martes 20 de noviembre, en de Bogotá y coordinado por la Fundación Rosa Luxemburgo,  congregó en el Centro Cultural Gabriel García Márquez a personas de diferentes procedencias y nacionalidades para conversar en torno al tema de las alternativas al desarrollo.
El post-extractivismo fue el eje central del Foro en el que participaron personas invitadas a intercambiar ideas y propuestas frente a la crisis del modelo extractivista en Colombia y América Latina. En particular, se planteó con amplitud la opción del post extractivismo como opción de desarrollo, teniendo en cuenta que ha sido implementada con éxito en algunas naciones.
Otras entidades convocantes, además de la Fundación Rosa Luxemburgo, fueron: Grupo de Investigaciones en Derecho y Política Ambiental, de la Universidad Nacional de Colombia; Corporación para la Educación, el Desarrollo y la Investigación Popular - Instituto Nacional Sindical, Cedins; Corporación para el Fortalecimiento de la Función Social Aury Sará Marrugo, creada por la Unión Sindical Obrera; Fundación para la Democracia y la Paz, Demopaz; Asociación Paz con Dignidad, Asociación para la Investigación y la Acción Social, Nomadesc, y Grupo Permanente de Trabajo sobre Alternativas al Desarrollo.
Propósitos del foro 
El ecuatoriano Alberto Acosta, define el extractivismo de la siguiente manera: “utilizaremos el término cuando nos refiramos a aquellas actividades que remueven grandes volúmenes de recursos naturales que no son procesados (o que son limitados), con fines comerciales. Esta práctica no se limita a los minerales o al petróleo; existe también extractivismo agrario, forestal y pesquero». Acosta conforma el grupo de personas que reflexiona permanentemente sobre alternativas al desarrollo.
La presentación inicial de los temas estuvo a cargo de Myriam Lang, directora para América Latina de la Fundación Rosa Luxemburgo, quien llevó su intervención hasta el planteamiento de las pretensiones del foro. Hizo referencia a la forma en que el problema del cambio climático se ha convertido en una excusa para crear nuevas mercancías, afirmando: “poco queda fuera de la lógica del capital, este ha convertido hasta el carbono en algo que se vende y se compra. En la comercialización del clima, según muestra Larry Lohmann, autor del libro Mercados de Carbono, el capital termina concediendo permisos de contaminación, mientras acelera el calentamiento global y el consumiendo las bases para la supervivencia de otras generaciones.
Para mostrar la tendencia general de los gobiernos de Suramérica con respecto al extractivismo, sin importar su orientación política, Myriam resaltó un pronunciamiento del vicepresidente boliviano Álvaro García Linera: “esta es precisamente, la trampa de los críticos irreflexivos a favor del no extractivismo, que en su liturgia política mutilan a las fuerzas y a los gobiernos revolucionarios de los medios materiales para satisfacer las necesidades de la población, generar riqueza y distribuirla con justicia, y a partir de ella crear una nueva base material no extractivista que preserve y amplíe los beneficios de la población laboriosa”.
Myriam Lang indicó a propósito del debate con los gobiernos progresistas: “a nuestro modo de ver, Linera obvia en esta argumentación que la riqueza producida por el extractivismo es cortoplacista  y muy relativa; cada mina, cada pozo petrolero, cada monocultivo es una ruta hacia el desplazamiento de las comunidades y la sustracción de sus medios de subsistencia de manera definitiva e irreversible. En este sentido, el extractivismo produce sistemáticamente pobreza”. Agregó que con la destrucción de la naturaleza se empeñan las posibilidades de los países hacia el futuro, con bonanzas que acabarán en unos 20 ó 30 años. De ahí la urgencia de pensar alternativas, según Myriam Lang, quien indicó que este era el propósito del  conversatorio.
La reflexión se diseñó en cuatro escenarios: uno, el del mundo globalizado en la perspectiva de los países del Norte; dos, el escenario de Latinoamérica; tres, un país, Ecuador; por último, un sector social, el de los trabajadores del petróleo en Colombia.
Con respecto al primer escenario, la Fundación considera que en un mundo globalizado las alternativas deben pensarse construyendo puentes, articulaciones internacionales, conociendo lo que ocurre en el norte global, lo que se plantea, las resistencias, los debates. A partir de allí se puede construir el internacionalismo, no tanto, aclara Lang, por la solidaridad con los pobres, sino mediante el apoyo mundial para romper la división del trabajo que nos acorrala.
En relación con el escenario latinoamericano, dijo: “hay una gran necesidad de pensar las alternativas más allá del Estado-Nación, pensar modos distintos de integración regional, una integración que no solo responda a las lógicas gubernamentales sino en la que organizaciones y pueblos tengan un rol constructor”.
La razón de analizar la experiencia de Ecuador, es que este es unos de los tres países que han decidido refundarse a través de un proceso constituyente, que además atraviesa por un proceso político decisivo para las próximas elecciones.
Finalmente, en el escenario de los trabajadores del petróleo que fue catalogado como relevante para dilucidar y empezar a trabajar sobre aquello que piensan los trabajadores de un sector extractivo, frente a la propuesta post-extractivista, Myriam Lang expresó: “en general en América Latina, existe una disidencia bastante clara entre los obreros de los sectores extractivos y las poblaciones habitantes de los territorios de cuales son extraídos los recursos”.
Como expositoras y expositores también estuvieron Kristina Dietz, de nacionalidad alemana, conversando acerca de los debates europeos sobre la crisis y los límites del sistema hegemónico; Eduardo Gudynas, uruguayo, miembro del Centro Latinoamericano de Ecología Social, discutiendo la manera de lograr una integración latinoamericana autónoma para el post-extractivismo; Esperanza Martínez, ecologista ecuatoriana, exponiendo la experiencia de su país en materia de impulso hacia alternativas de desarrollo, con el paradigma del llamado Buen Vivir o lo que llamó Sumak Kawsai, e mostrando 23 propuestas diferentes de trabajo formuladas a partir de la práctica; y Edgar  Mojica, trabajador de la industria del petróleo con trayectoria en el sindicato petrolero más antiguo de Colombia, la Unión Sindical Obrera (USO), quien planteó su visión del problema desde la pertenencia  a una población inmersa en la economía extractiva, a la vez persuadida por estos debates

Tomado de: http://www.colombiainforma.info

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