miércoles, 20 de febrero de 2013

A todos nos concierne



Por: Iván Posada*
Con ocasión del foro en diciembre de 2012  sobre el  primer tema de la agenda -  sector agrario  -  en el marco de la negociación entre el gobierno y las FARC para  poner fin al conflicto interno,  se pueden distinguir dos tendencias claramente diferenciadas. Por un lado, la posición de las organizaciones sociales, de los sectores progresistas y de la sociedad civil en general.  No obstante la variedad  de enfoques y propuestas,  hay una búsqueda de alternativas tendientes a reestructurar el sector agrario en el país. Los puntos comunes  tienen que ver sobre las formas de propiedad sobre la tierra, las estrategias para introducir en el campo los cambios necesarios para que la agricultura sea una actividad económica altamente productiva, pero con todos los componentes necesarios para que la población vinculada a la tierra como productores, se vea directamente beneficiada en todos los aspectos a saber: acceso  a la tierra como medio de producción , el entorno económico para la actividad sobre ésta sea eficiente y en  lo social, el acceso  de los derechos económicos y sociales como condición necesaria e incentivo para el campesinado.
Por el otro lado se destaca la posición y la actitud de los gremios que hoy día controlan a actividad agropecuaria en el país: La SAC, Sociedad de Agricultores de Colombia y Fedegán, Federación de Ganaderos. La SAC , en cabeza de Rafael Mejía en su intervención en el foro enfatizó que no habrá reforma agraria en Colombia y  que no se tocará la propiedad privada. Así lo precisó: "En las mesas de negociación no se está planteando una reforma agraria, el presidente y la mesa, de lado a lado, son muy claros en que la propiedad privada bien habida se respeta, el modelo de mercado se respeta y que el modelo económico no está en discusión".
Por su lado, el presidente de Fedegán, José Feliz Laforie , invitado al foro para que expusiera los criterios del gremio sobre el tema, sencillamente desconoció el evento y palabra menos palabras más, argumentó  que su presencia en el foro era reconocer  al movimiento armado como interlocutor en el conflicto interno.
Tanto la SAC  como Fedegán reconocen la alta concentración de propiedad de  la tierra en la minoría de propietarios en calidad de latifundios, así como la excesiva destinación de tierra con vocación agrícola a la explotación ganadera. A lo anterior habría que agregar las áreas agrícolas que se están destinando a la extracción de recursos minero – energéticos.
La posición de estos dos gremios y la locomotora minero – energética dentro del Plan Nacional de Desarrollo, constituyen grandes obstáculos para lograr acuerdos sobre desarrollo rural  y reforma agraria integral en el contexto de los   diálogos que llevan a cabo el gobierno colombiano  y el movimiento armado.
Este solo aspecto del problema da una idea de lo complejo de llegar a acuerdos sobre el tema. De ahí la importancia que todos los sectores de la población colombiana se involucren en este proceso que de una manera u otra nos atañen y van a influir nuestro futuro

*Investigador Linea Agraria CEIS
Iposada47@hotmail.com

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