sábado, 25 de mayo de 2013

Guacoche, un ave Fénix en Cesar

A la comunidad afrodescendiente de este corregimiento el paramilitarismo le mató un líder querido y la humilló durante varios años, pero el sufrimiento los unió más que antes. Esta es su historia
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La titulación de la tierra es uno de los sueños de los guacocheros. Foto VerdadAbierta.com  
Fue un domingo 6 de abril de 1996 el día en que llegó la muerte Guachoche un corregimiento del municipio de Valledupar, asiento de un consejo de comunidades negras,  situado entre la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá. Ese día llegaron a la una de la tarde cinco camionetas, con las placas tapadas y un montón de hombres enmascarados y armados.
Se bajaron de sus vehículos y fueron de casa en casa ordenándoles a sus habitantes que se dirigieran a la plaza principal porque venían a hacerles algunos anuncios. Así lo hicieron niños, mujeres, hombres y ancianos. Sólo quedaron en casa las personas que por alguna discapacidad no podía movilizarse.
Cuando estaban en la plaza, los hombres armados sacaron una lista y comenzaron a llamar a cada uno de los nombres, pero ninguna de las personas que mencionaban estaba en la plaza. Eso pareció enfurecerlos y ordenaron una fila, en la que pedían identificación para confirmar quién era quién. Se llevaron a un grupo de hombres aparte y llamaron por teléfono pidiendo información.
Buscaban a los hermanos Quiroz Márquez, a Javier Romero y Euclides Marín. Los acusaban de robar y sacrificar ganado y vender la carne en la carnicería del pueblo que era de propiedad de los Quiroz. Entre el tumulto de gente estaba temblando, Algemiro Quiroz Márquez, propietario de la fama.  Era un hombre bueno que, como recuerda hoy una vieja conocida suya, “ayudaba al que le pedía ayuda, eso era lo único que hacía”. La gente los llamaba cariñosamente ‘Miro’ Quiroz. Ese día se quedó en la plaza, diciendo: “el que nada debe, nada teme”.
Al no encontrar a sus otras víctimas,  los encapuchados se llevaron a ‘Miró’ Quiroz a recorrer el pueblo de 200 casas, y alrededor de las cinco de la tarde regresaron a la plaza, donde aún esperaba angustiada la gente. Se bajaron de su camioneta, irreverentes e impetuosos y mataron delante de todos a ‘Miro’ Quiroz, dizque para darles una lección a los guacocheros. Cerca del sitio del fusilamiento del hombre bueno, estaba, un poco borracho, Omar Castilla. Un hombre armado  lo desafió: “¿Usted sabe quiénes somos nosotros?”. Castilla, con la lengua enredada contestó: “Yo a los únicos que he visto en mi vida así enmascarados son a los guerrilleros y eso por televisión”. Eso fue suficiente para que también lo mataran delante de todos.
Era paradójico que los confundieran con guerrilleros, cuando en realidad se habían erigido cómo su antítesis. Eran hombres de las Autodefensas de Castaño y de Mancuso y los asesinatos de Quiroz y de Castilla, unos de los primeros que cometieron al norte del Cesar. Pronto siguieron dejando su sello de terror en otros corregimientos cercanos, en Guacochito, Badillo, Las Raíces, La Vega.
Después fueron a Atanquez, el pueblo principal de los kankuamos, donde arrasaron con furia a esa comunidad, como si se tratara de una venganza personal. Por varios años fueron de aldea en aldea matando a gusto, la mayor de la veces a gente de bien, como en el corregimiento de Los Venados, donde un 10 de abril de 2000, sacaron de su casa al rector del colegio, Fernando Salas Polo, a la señora Carmen Camacho, vendedora de pescado y al campesino Freddy Álvarez Salcedo, y asesinaron a los dos primeros y al último lo desaparecieron.
En Guacoche, la tragedia siguió. Todos los fines de semana llegaban los paramilitares al pueblo, obligaban a la gente a limpiar la plaza y las calles; a quitar la maleza en lotes abandonados; y raparon a las mujeres que ellos consideraban chismosas.
Según documentó el Observatorio de Territorios Étnicos de la Facultad de Estudios Ambientales y Rurales de la  Universidad Javeriana, aún antes de que llegaran estos paramilitares de Urabá y Córdoba, ya en 1996 terratenientes y ganaderos de la zona ya habían organizado unos grupos armados para protegerse de la extorsión y el abigeato guerrilleros. “Después de 1996, Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’, con la ayuda de Carlos Castaño y Salvatore Mancuso, unificaron estos pequeños grupos en todo el departamento y se inició el control paramilitar del territorio”, concluye el Observatorio y, explica que los paramilitares persiguieron a líderes políticos, a campesinos que habían apoyado marchas, paros y tomas de tierras, y a sindicalistas, porque los consideraban aliados de la insurgencia.
“Con el sólo hecho de llegar ellos aquí, mucha gente quedó sufriendo del corazón”, dijo un líder actual de la comunidad de Guacoche a VerdadAbierta.com, cuando recordó esos años tremendos. Las noches se volvían eternas, con sólo escuchar el rugir de los motores de las camionetas, todos salían a esconderse, pues no sabían a quién irían a buscar.
Hoy todavía con miedo y en voz baja, algunos pobladores dicen que ese mediodía de abril de 1996, el que llegó encapuchado y comandando al grupo de hombres era ‘Jorge 40’, y que una de las camionetas era suya. Los que descubrieron al enmascarado en esa época les tocó huir para salvar sus vidas, y ni siquiera hoy, que ya las Autodefensas de ‘40’ se desmovilizaron y éste está preso en una cárcel de Estados Unidos, se atreven a regresar.
La muerte de ‘Miro’ Quiroz fue emblemática, no se trató de cualquier habitante, sino de un líder querido por todo el pueblo. Todavía hoy, después de 17 años, la gente hace una ceremonia para recordarlo.  Pero ahora Guacohe es distinto. Ya no se sienten arrinconados, al contrario, la barbarie paramilitar que sufrieron los hizo unirse y organizarse, según le dijo a VerdadAbierta.com, Arodis Castilla, representante legal de la Asociación de Comunidades Negras Los Cardonales de Guacoche.
Hoy Valledupar tiene seis Consejos Comunitarios de Comunidades Afrocolombianas y el más organizado y activo es el de Guacoche.
Desde el 2010 trabajan en el fortalecimiento de conciencia ciudadana, liderazgo, participación comunitaria, crecimiento personal, arraigo y cimentación de la cultura, con el apoyo de un programa de Naciones Unidas.
Están reconstruyendo su historia desde los tiempos antiguos, apelando a lo que recuerdan los viejos y con la información de los historiadores de la región. Además están construyendo su caso para que el Estado les titule colectivamente sus tierras, según lo contempla la Ley 70 de 1993 que reconoce a las comunidades negras a poseer colectivamente sus territorios. Sería el primero de los 21 Consejos Comunitarios del Cesar que tendría un título colectivo. Además están gestionando ante el Estado que les otorgue la reparación colectiva a la que tienen derecho por los daños sufridos bajo el terror paramilitar.
Además, las alfareras y artesanos de Guacoche, están empezando a retomar las técnicas ancestrales de artesanía que ya casi se habían perdido, para retomar su senda de alegría y buena vida y renacer de las cenizas en las que la había dejado los años de miedo

Tomado de: verdadabierta.com

viernes, 24 de mayo de 2013

Los responsables de la hambruna en el mundo

 Las grandes corporaciones biotecnológicas plantean que el fin del hambre en el mundo, se hace necesario modificar los alimentos geneticamente, sin emabrgo, esto esta lejos de ser cierto, pues lo que se ha hecho es extender el problema con la destrucción de los sistemas agricolas, la contaminación de la tierra y la competencia desleal

jueves, 23 de mayo de 2013

Por un Guaviare digno: Protegiendo Cultivos y Vida


Los invitamxs a ver este interesante video sobre el problema de los cultivos "ilicitos" en el Guavire, contado por los que viven el problema de la estigmatización y la falta de oportunidades del campo colombiano

Empoderar a usuarios del agua es vital para conservarla

Bogotá D. C., may. 22 de 2013 - Agencia de Noticias UN- Diferentes experiencias comunitarias exitosas que protegen el recurso hídrico muestran que es fundamental involucrar a quienes se benefician de él.
Colombia es uno de los países que tiene mayor riqueza hídrica en el mundo. Pero esta oferta es heterogénea, pues la mayor parte del agua se encuentra en lugares con bajos niveles poblacionales, como la Amazonia, la Orinoquia y el Chocó, mientras que en la zona andina, en donde se encuentra el grueso de la población, se cuenta con tan solo el 15% de la oferta total. 
Estimaciones hechas por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) indican que la escorrentía superficial per cápita total del país es de 57.000 m3 por persona al año y que, en cuanto a la oferta neta, en la cual se incorporan reducciones tanto por alteración de la calidad como por regulación natural, se alcanzan apenas 1.260 km3, que corresponden a una disponibilidad de 34.000 m3 por persona al año. 
Según Héctor Fabio Aristizábal, candidato a doctor en la UN en Palmira y actualmente coordinador de Recursos Hídricos de la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), el mayor demandante del total disponible es el sector agrícola, que utiliza el 80% tanto superficial como subterráneo, seguido por el consumo doméstico (un 6%), el sector industrial (el 5%) y los usos recreativos. 
Precisamente, para regular, controlar, vigilar y abogar por su manejo adecuado, la CVC ha establecido como política el empoderamiento de los usuarios. 
“Tenemos unas experiencias piloto en el río Bolo y en el río Tuluá que han funcionado exitosamente y están relacionadas con la organización de los usuarios a través de fundaciones para que se vuelvan garantes y auxiliares de la CVC en su utilización. Si empoderamos a la gente para que ayuden a cuidarla logramos un beneficio para todos los vallecaucanos”, sostiene el funcionario. 
La corporación, en cuanto entidad ambiental de la región, tiene la misión de velar por conservarla y administrarla apropiadamente, una tarea que, según Aristizábal, no es posible de manera unidireccional. 
“Nosotros tenemos más de 10 mil usuarios del agua. Si trabajamos conjuntamente con estos usuarios, podemos sacar esto adelante. Pero es utópico pensar que la corporación tenga 10 mil funcionarios vigilando el recurso. Tenemos que empoderar a los mismos usuarios para que ellos ayuden en dicha tarea, porque la gestión ambiental es cuestión de todos”, asegura. 
Durante el foro “Experiencias del ingeniero agrícola en Colombia”, celebrado en la UN en Palmira, el experto señaló que su manejo es un asunto de políticas institucionales y de las organizaciones sociales, que deben empezar a cambiar el paradigma de que ella es para unos pocos y orientarse a pensar que es para todos los usuarios que hacen parte de la cuenca. 
En ese sentido, el funcionario resaltó la tarea de los ingenieros agrícolas en la misión de usar eficientemente los recursos hídricos y el deber que tiene el sector agrícola de hacerlo. 
“El sector mayor demandante, que es el sector agrícola, no está organizado. Y allí hay un gran reto para los ingenieros agrícolas. La formación de estos profesionales en la UN los capacita para administrar óptimamente el agua, pues a lo largo de la carrera cursan asignaturas y electivas que les permiten hacerlo tanto en cantidad como en calidad”, concluye.

Tomado de: .agenciadenoticias.unal.edu.co

martes, 21 de mayo de 2013

Bosques de niebla tropicales filtran la mitad del agua superficial disponible en cuencas de represas

Los resultados de un estudio de cuatro años publicados en la revista científica Ecosystem Services (Servicios Ecosistémicos) éste mes han revelado que los bosques de niebla son responsables de filtrar cerca de la mitad del agua superficial disponible en las cuencas de represas tropicales, a pesar de solo ocupar un 4.4% del área de éstas cuencas, a lo largo de los trópicos.
Los datos que ofrecen contexto a la importancia relativa de los bosques de niebla para los almacenamientos de agua dulce, producción de energía y la salud de la biodiversidad, suministran a administradores ambientales y tomadores de decisiones con información crítica que puede ser usada para evaluar el alto valor económico y ecológico de los servicios que los bosques de niebla prestan para garantizar sociedades saludables, estables y sostenibles. El estudio además ayudará a definir áreas prioritarias de conservación dentro de las cuencas de embalses buscando optimizar los beneficios naturales de los bosques de niebla así como el desempeño de la infraestructura de represas y amblases.
En conjunto, un equipo de científicos de Conservación Internacional y el King’s College de Londres mapearon la ubicación de más de 20,000 embalses a lo largo de los trópicos en Africa, Asia, Australia, América Central y Sur América, como parte de la base de datos de embalses tropicales del King’s College de Londres (King’s College London Tropical Database of Dams – KCL – TDD por sus siglas en Inglés), incluyendo pequeños embalses que nunca antes habían sido mapeados.
Estos pequeños embalses, concluyen los investigadores, son claves para el suministro de agua a nivel rural así como para el desarrollo de proyectos de generación de pequeña escala, que por desarrollarse en infrastructura existente tienen mínimo o no impacto sobre el medio ambiente. La incorporación de embalses grandes y pequeños hacen de dicha base de datos el más detallado censo geo-referenciado de represas tropicales de la actualidad.
“El volumen de agua que los bosques de niebla son capaces de filtrar muestra que su conservación puede ser parte de una estrategia inteligente de bajo costo y alto beneficio para mejorar el desempeño de represas” dice el autor líder del estudio Dr. Leonardo Sáenz, Director de Eco-hidrología de Conservación Internacional. “Demostrar el valor que los bosques de niebla, en términos de los importantes servicios ecosistémicos que suministran, es fundamental para crear los incentivos y señales de mercado reales que son necesarios para prevenir su deforestación y asegurar su restauración”.  
Como ecosistéma multifuncional, los bosques de niebla generan una variedad de beneficios de capital natural en los países o regiones donde aún se encuentran, suministrando agua dulce de alta calidad, capturando y almacenando carbono atmosférico y soportando una amplia y rica biodiversidad.  Por ejemplo: aunque varían de continente a continente, los bosques de niebla son de los lugares más ricos en diversidad de flora, anfibios, aves, reptiles y albergan especies amenazadas tales como el Oso de Anteojos de los Andes (Tremarctos por su nombre científico) y el Tapir de Montaña.
Al mismo tiempo, los bosques de niebla son de los ecosistemas más amenazados del planeta debido al cambio climático, deforestación y conversión a pastos, lo que hace que el mundo haya perdido a la fecha un estimado del 55% de los bosques de niebla originales, lo cual corresponde a alrededor de 2.7 millones de kilómetros cuadrados – un area similar al tamaño de Argentina.
“La relación que los bosques de niebla tienen con las represas tropicales es importante porque 41% de la extensión global de bosques de niebla se encuentra dentro de las cuencas alimentadoras de sus reservorios” dice Dr. Sáenz. “Si estos bosques se degradaran aún más también lo haría el desempeño de dicha infraestructura”.
Esto es porque la pérdida de bosques de niebla puede ser muy dañina para la operación de represas. Su pérdida puede incrementar significativamente la sedimentación de reservorios y acelerar el daño de turbinas, lo cual puede reducir el desempeño económico. Esto es grave además pues las represas existentes – particularmente en áreas tropicales – son fundamentales para el suministro de agua potable, irrigación de cultivos, control de inundaciones y la generación de energía hidroeléctrica. Un estudio en la misma línea por Dr. Sáenz, que explora y discute como la pérdida del bosque de niebla puede reducir el desempeño económico de represas de generación va a ser publicado al final de la primavera.
Dr. Mark Mulligan del  King’s College de Londres y co-autor dice, “En un futuro, reconociendo que el suministro de agua a las represas es desde sus cuencas aguas arriba y facilitando un mejor apoyo a las comunidades marginales – y a menudo pobres – que se ubican en estas áreas altamente pendientes de las montañas tropicales, se podría diversificar las actividades económicas en éstas zonas, aliviar pobreza, y reducir la presión agrícola existente sobre los fragmentos de bosque de niebla que aun existen y al mismo tiempo mejorar las oportunidades para que las inversiones en este tipo de infraestructura sean realmente costo efectivas ”.
“La protección de bosques de niebla puede ser una muy eficiente y productiva solución en términos de infraestructura natural para mejorar la efectividad de represas” dice Dr. Fabio Arjona, Director Ejecutivo de Conservación Internacional en Colombia.  De acuerdo al estudio Colombia tiene más de 170 represas entre grandes y pequeñas, de las cuales solo cerca de 10% son dedicadas a generar hidroelectricidad, y un estimado de 20,150 kilómetros cuadrados de bosques de niebla aguas arriba de éstas represas. “Estos resultados podrían ayudar países como Colombia  optimizar sus actuales 10 gigawatt de capacidad de generación de hidroeléctrica instalada y producir más firmeza a través de la protección y restauración de bosques de niebla críticos.
“A través de una ciencia sólida y de colaboración estratégica, CI está trabajando para crear un nuevo paradigma de desarrollo que pone el valor de la naturaleza en el centro de la toma de decisiones, respetando la naturaleza y dando a conocer el real valor de la naturaleza y sus valiosos servicios ecosistémicos sobre los cuales las personas – a menudo los pobres – dependen” dice Sáenz. “Estamos alcanzando un momento en el cual no tenemos que escoger más entre las percepciones encontradas sobre las necesidades de la naturaleza versus las necesidades de la gente. Estas no son mutuamente excluyentes, y de hecho, deben ser conjuntamente consideradas buscando crear y mantener sociedades, saludables, estables y duraderas” 

Artículo de Leonardo Sáenz
Fuente: Conservación Internacional
Tomado de: infoandina.org

jueves, 16 de mayo de 2013

Chiquita Brands, acusada de financiar bandas paramilitares que mataron a más de 11.000 personas

Por: Antonio Albiñana
Según informaciónes procedentes del centro de investigación National Security Archive (NSA), que hoy recoge el diario El Espectador de Colombia, la compañía platanera Chiquita Brands intenta bloquear la difusión de archivos oficiales estadounidenses que demostrarían su vinculación al paramilitarismo en la región del Urabá colombiano durante décadas. El intento de bloqueo informativo se produce en un momento en el que la multinacional afronta nueve procesos en Estados Unidos y un macroproceso en Colombia.
Los documentos que hoy trata de ocultar fueron aportados por la propia bananera en 2007, cuando después de reconocer su apoyo al paramilitarismo colombiano llegó a un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos a cambio de una multa y de aportar información que hasta ahora ha permanecido reservada. Según el portavoz del Nacional Security Archive, vinculado a la Universidad George Washington, Michael Evans , lo que se trata de ocultar "es probablemente el conjunto más grande de información que se haya reunido sobre vínculos corporativos con el terrorismo".
"Fue una investigación extensa que involucró a varias agencias federales y resultó en la primera y, hasta ahora, única condena contra una compañía estadounidense gigante por financiar a un grupo terrorista", explica. Como informó en su día Público, desde el pasado año se puso en marcha un proceso a partir de las confesiones de los mayores jefes del paramilitarismo en el marco de la llamada Ley de Justicia y paz, por el que se comprometieron a aportar la verdad sobre las masacres que provocaron a cambio de impunidad penal.
"Ahí fue donde se acabó el mundo"
El capo Raúl Emilio Hasbún, compañero de fechorías de Salvatore Mancuso, detalló los pagos millonarios realizados por la Chiquita Brands para financiar el desplazamiento a sangre y fuego de los campesionos en tierras que iba a ocupar la multinacional, con la complicidad de los sucesivos gobiernos de Colombia, incluido el de Álvaro Uribe y la correspondiente eliminación de líderes locales y sindicalistas.
La situación recuerda a la que García Márquez rememora en Cien Años de Soledad, cuando, en 1928 , el ejército, al servicio de la United Fruit, hoy Chiquita Brands Inc. , acalló la protesta de los trabajadores bananeros en la estación de Ciénaga. El silencio y la humillación de entonces, cuando la madre de García Márquez le mostró el lugar de la masacre diciéndolo escuetamente "mira, ahí fue donde se acabó el mundo", hoy es una rebelión de 127 familias colombianas, personadas como víctimas en un proceso.
Según el experto estadounidense en Derecho Internacional Ferry Colling Swort "es el caso más grande terrorismo en la historia reciente, con tres veces más víctimas de las que produjo el ataque a las Torres Gemelas en Nueva York". En vísperas del incio de los procesos en Estados Unidos y en Colombia, la United Fruit, hoy Chiquita Brands. trata de ocultar unas pruebas que podrían conducir incluso la extradición de sus actuales directivos para someterlos ante los tribunales colombianos bajo la acusación de "concierto para delinquir agravado".
Tomado de: Agencia de Prensa Rural

Monsanto contra el pueblo

Por: Charlotte Silver 
La semana pasada, Monsanto les comunicó a sus accionistas los asombrosos beneficios obtenidos en 2012. Al mismo tiempo, agricultores norteamericanos hacían juicio en Washington para desafiar el derecho de los gigantes de la biotecnología a que demandaran a los agricultores cuyos sembrados habían sido contaminados por las semillas de Monsanto. El 10 de enero comenzaron las presentaciones orales ante la Corte de Apelaciones de EE.UU., para decidir si se invertía el rechazo a la causa, de febrero pasado.
Las ganancias de Monsanto duplicaron, casi, las proyecciones de los analistas, y el total de sus ingresos alcanzó los $ 2.94 billones a fines de 2012. El aumento de precio del herbicida Roundup siguió dominando el mercado de Estados Unidos y, quizá, lo más significativo es que los mercados de América Latina constituyen factores que contribuyen al floreciente negocio de Monsanto.
Al explotar su maíz, soja y algodón transgénicos patentados, Monsanto asegura un odioso control sobre las industrias agrícolas de EE.UU., y exprime con eficacia a los agricultores convencionales, o sea, los que usan semillas no transgénicas. Así elimina las posibilidades de ellos de participar en el mercado y ser competitivos. (Hasta fines de 2013, el Departamento de Justicia investigaba a Monsanto por violar las leyes anti-trust con sus actividades en contra de la competencia hacia otras compañías biotecnológicas, pero esa investigación fue discretamente cerrada antes de fin de año.)
Hay un proceso legal en curso, aparentemente modesto: Osgata et al v Monsanto, que había sido iniciado en marzo de 2011, y consiste en conseguir protección legal para los agricultores de cultivos orgánicos convencionales, contra el agresivo procesamiento que aplica Monsanto a la violación de sus patentes. Pero las consecuencias de este juicio son trascendentales. Si la Corte de Apelaciones del DC (capital) invierte el rechazo, se iniciará un proceso de descubrimiento que podría revelar la reserva de información que Monsanto ha venido ocultando al conocimiento público, tanto por esconderlo como por impedir la investigación independiente.
Monsanto abusa de las patentes
Entre 1997 y 2010, Monsanto inició 144 juicios contra familias de agricultores, y solucionó 700 casos fuera de la Corte. Más aun: grupos relacionados con la alimentación calculan que Monsanto investiga a cientos de agricultores en busca de posibles culpables de infracción a las patentes.
Las víctimas de los depredadores juicios de Monsanto son los agricultores que usaron semillas de la gran empresa sin hacer caso de la patente, y también los que jamás tuvieron la menor intención de sembrar plantas transgénicas. Osgata et al v. Monsanto se ocupa de este segundo grupo y representa a 31 granjas y agricultores, a 13 empresas de venta de semillas, a 31 organizaciones agrícolas que representan a más de 300.000 individuos y a 4.500 granjas y agricultores.
Los demandantes exigieron una declaración legal que asegure que Monsanto no tenía derecho a demandarlos por infracción a la patente.
Jim Gerritson, presidente de OSAGA (Organic Seed Growers and Trade Association: Cultivadores de Semillas Orgánicas y Asociación Comercial), y precursor de la demanda, me explicó que los agricultores de semillas orgánicas y no transgénicas son "... un ejemplo clásico de por qué el Congreso aprobó la Ley de Juicio Declaratorio: si hay un grupo que teme sufrir la prepotencia de una gran compañía, puede pedir protección contra reclamos e infracciones a patentes".
Crisis del maíz: gusanos provocan serios daños a la cosecha
Sin embargo, las cortes federales siempre han protegido los derechos de Monsanto a sus beneficios a través de un sistema de patentes que obstaculiza cada vez más la libertad individual y de mercado al permitir que Monsanto abuse de sus derechos de patente. Osgata está representada por el abogado Dan Ravicher y por la Fundación Pública de Patentes, una organización que se dedica a crear un sistema justo de patentes, que procura un equilibrio entre la libertad individual y la emisión ética de patentes.
Monsanto se ha creado una reputación convenientemente intimidatoria, como implacable fiscal de los agricultores no transgénicos cuyos campos han sido contaminados por el maíz genéticamente que sembraron sus vecinos, ya sea a través de la polinización cruzada o por la mezcla accidental de semillas durante la cosecha.
A raíz de estos ejemplos aterradores, los agricultores ha asumido la responsabilidad de impedir la contaminación, estableciendo límites a las pruebas genéticas y, en algunos casos, directamente absteniéndose de sembrar.
Efecto monopólico
Osgata muestra en detalle cuántos agricultores convencionales han desistido de sembrar determinados cultivos, con la intención de resaltar la monopolización que es consecuencia de la agresiva persecución de Monsanto a los casos de infracción de patente. Se ha estimado que hay un 88% de maíz y un 93% de soja modificados genéticamente, la mayoría, a manos de Monsanto. Bryce Stephens, agricultor de cultivos orgánicos del Noroeste de Kansas, es uno de esos agricultores que ha decidido dejar de cultivar maíz y soja, a consecuencia de la inevitable contaminación que ocurriría.
"Mi temor a la contaminación por medio de maíz y soja transgénicos y el consecuente riesgo de ser acusado de violar la patente me impiden cultivar maíz y soja en mi campo. No existe otro motivo por el cual no siembro esas plantas, aunque me gustaría mucho hacerlo."
Gerritson me lo explicó así: "Los agricultores han sufrido pérdidas económicas. Ya no cultivan maíz y soja porque están seguros de que sus cultivos van a ser contaminados. No pueden arriesgar sus campos y sus familias ante la posibilidad de ser procesados por infracción a la patente".
Monsanto sabe que los consumidores no comprarían sus productos por su propia voluntad, lección que aprendieron en Europa cuando se exigió que los alimentos transgénicos llevaran esa precisión en sus etiquetas. En Norteamérica, la compañía y sus aliados han gastado millones en impedir las iniciativas locales de etiquetamiento como, por ejemplo, hace poco, en California. Pero si bien la compañía logra dejar fuera a los agricultores convencionales, los norteamericanos no tienen alternativa... con o sin etiqueta.
A pesar de la creación de este peligroso monopolio, en febrero de 2012, la jueza Naomi Reice Buchwald aprobó la solicitud de Monsanto y rechazó el procesamiento inicial, calificando a las preocupaciones de los agricultores como "exageradas", e instándolos a confiar en las promesas de Monsanto (que no eran legalmente vinculantes) de no ejercer sus derechos de patentes hacia la contaminación involuntaria de rastros transgénicos en las plantas; declaró que los agricultores habían inventado una controversia que no existía, en realidad.
Si el caso iniciado por los agricultores logra seguir adelante, lo mínimo que va a ocurrir es de fundamental importancia: que, a través del proceso de descubrimiento, el público tendrá acceso a un hallazgo de información que la gran empresa había logrado mantener oculta. Ravicher está convencido de que, entonces, podrá determinarse que los productos traficados por Monsanto no son sanos y, en consecuencia, no son buenos para la sociedad. Citó un caso de hace 150 años, y nos lo recuerda: "... una invención para envenenar al pueblo no es patentable".
Es evidente que está creciendo el movimiento para derrotar a Monsanto. Gane o pierda esta vuelta, el pueblo no va a desistir en su lucha por derribar a este monstruo.
Traducido del inglés por Ana Silvia Mazía
Fuente original: http://www.aljazeera.com/indepth/op...
Tomado de: Agencia de Prensa Rural

Uribismo: rechaza la paz niega la tierra


Foto: semana.com
Las Zonas de Reserva Campesina (ZRC)  surgieron como parte de la solución a la alta concentración en la tenencia de la tierra que ha sufrido Colombia históricamente, en 2009 el índice Gini de propiedad rural alcanzaba el 0.85. Esta figura de ordenamiento territorial fue creada por la ley 160 de 1994 y ha sido ampliamente reglamentada por decretos y acuerdos. La propuesta que llevaron las Farc a la mesa de negociaciones en La Habana de ampliar y desmilitarizar esas zonas encendió el debate. Por un lado, los terratenientes, representados por el uribismo, se han dedicado a atacar la legitimidad no solo de la propuesta sino de la conformación misma de esas zonas; por el otro sectores académicos y campesinos han resaltado la importancia de proteger la economía campesina por medio de esa figura jurídica. El uribismo ha perseguido las ZRC y pretende deslegitimarlas con la estigmatización como argumento. Como colombianos que propendemos y deseamos la paz debemos dejar de lado el legado de intolerancia hacia el pensamiento diferente que nos dejó un gobierno de 8 años que pretende llegar con fuerza a las próximas elecciones.
Durante el gobierno de Álvaro Uribe las ZRC fueron constantemente atacadas: se desconoció las ya constituidas, es decir las ubicadas en Calamar (Guaviare), Cabrera (Cundinamarca), El Pato (Caquetá), el sur de Bolívar, el valle del Río Cimitarra (Antioquia y Bolívar) y en el alto Cuembí y Comandante (Putumayo); durante dicho gobierno no se impulsaron políticas encaminadas al mantenimiento y bienestar de los habitantes de esos territorios;  no se reconoció ninguna comunidad como ZRC, de las 7 que estaban esperando el reconocimiento legal. César Jeréz, vocero de la Asociación de las ZRC,  denuncia un veto del ministerio de defensa al Incoder y Rafael Guarín, ex viceministro de defensa de Uribe Vélez y exponente de uribismo, lo reconoce  (LinkVer minuto 28:25) , según el ex viceministro porque las Farc están detrás de esas zonas. Si hilamos fino podemos decir que se trata de estigmatización, pues es inverosímil que el Banco Mundial esté apoyando (como lo hace con las ZRC) una figura que es por y para las Farc como Guarín lo pretende hacer ver. Hay más arbitrariedades,  la licencia de la Asociación Campesina del Valle del Río Cimitarra (ACVC) fue suspendida en el 2003, el gobierno de Álvaro Uribe Vélez tomó la decisión de suspenderle la vigencia legal , el ex presidente nos debe esa explicación, pero la desgracia para esa organización campesina no paró ahí porque el 29 de septiembre del 2007 varios de sus líderes  (Andrés Gil, Coordinador de la sede en Barrancabermeja; Oscar Duque, líder fundador; Evaristo Mena, miembro de la ACVC y de la Junta de Acción Comunal de la vereda “La Poza”, y Mario Martínez, Tesorero de la misma) fueron capturados por agentes del DAS en operaciones simultaneas argumentando que habían cometido el delito de rebelión, sin embargo hoy esos líderes están libres tras haber comprobado que el testimonio que los incriminaba era fabricado, la ACVC ganó el Premio Nacional de Paz en 2010 y recuperó la vigencia legal que el anterior gobierno le había arrebatado.
Rafael Guarín se empeña en hacer ver a las ZRC como un enclave político-estratégico de las Farc. Hay consenso en que la reglamentación legal de las ZRC es resultado de las marchas cocaleras que se desarrollaron en los noventas; según Guarín las Farc estaban “detrás” de esas manifestaciones, sin embargo una cosa es que estén detrás y otra que permeen las marchas, esto último innegablemente sucedió, hubo elementos de la guerrilla inmersos, pero eso no quiere decir que los campesinos protestaron haciéndole caso a las Farc. Dichas marchas se dieron como un reclamo de los campesinos de zonas apartadas como Guaviare, Putumayo y Caquetá, regiones olvidadas históricamente por el Estado colombiano; ellos, que no tenían otro medio de subsistencia diferente al cultivo de coca, reclamaban ser vistos como ciudadanos. Que las Farc estuvieron presentes en las marchas es indudable, pero no por eso se pueden deslegitimar esas reclamaciones que dieron su fruto en la reglamentación de la ley 160 de 2004. El exviceministro de defensa dice que la historia de las ZRC debe contarse “completa”, sin embargo, omite detalles importantes para entender la conformación y los fines de dichas zonas. El experto en temas agrarios, Alfredo Molano, señala que esa figura legal surgió como una necesidad de los campesinos colonizadores que iban a ser desalojados por el gobierno de Virgilio Barco de su lugar de asentamiento, el Parque Nacional Natural de La Macarena. Esa situación visibilizó toda una problemática de estos campesinos que después de haber colonizado tierras baldías se veían agobiados por las deudas con los comerciantes; finalmente tenían que ceder esos terrenos colonizados y eso producía una gran concentración de la tierra. El anterior contexto histórico es ignorado por Guarín en su afán de hacer ver a las ZRC como algo ilegitimo por cuanto, según él, consolidan un proceso político de las Farc.
Además de lo anterior, el exviceministro mal interpreta dos escritos (LinkVer minuto 3:15) de las Farc concernientes a las ZRC: un documento que data del 26 de septiembre de 1965, es decir hace más de 45 años,  escrito por Ciro Trujillo,-uno de los fundadores de esa guerrilla-,  en el que se establecen unos lineamientos a los militantes de las Farc para actuar en esas zonas. Es un documento que ya no tiene validez práctica en el 2013 y Guarín cae en el anacronismo al tratar de hacer pasar ese documento como una prueba de que las ZRC siguen lineamientos de las Farc. Otro escrito, del 2005, un correo de Manuel Marulanda a Timochenko, en el cual aquel le da instrucciones a este último de cómo debe actuar la guerrilla de las Farc desde las ZRC tiene, por parte de Guarín, una interpretación que raya con la tergiversación. A pesar de que ambos escritos tienen relación directa con esos territorios eso no demuestra que las Farc sean quienes diseñen la hoja de ruta que hoy por hoy siguen las ZRC, lo único que se hace visible es la intención de la guerrilla por manejarlas de una u otra forma. Es decir, Guarín pretende mostrarle a la población colombiana esos escritos como evidencia de que las Farc manejan las ZRC a su antojo, lo que constituye una estigmatización a las personas que viven en esos territorios al tratar de hacerlas pasar como elementos de la subversión.
El uribismo no conforme con eso sigue poniendo en medio de la línea de fuego a los líderes de las organizaciones campesinas con declaraciones sin sustento como las de José Felix Lafaurie, presidente de Fedegan, en las cuales afirma que el líder de la ACVC “es de las Farc y sigue instrucciones de Alape [jefe guerrillero]”. No hay hechos que hagan creer que eso sea así, inclusive después de la fuerte persecución que sufrieron los líderes de esa organización no se encontraron pruebas que los señalen como militantes de las Farc. La desconcentración de la tierra es el principal fin de las ZRC, por eso es entendible que el señor Lafaurie se oponga de manera tan férrea a la conformación de más territorios bajo esa figura. Luis Cely, integrante de la Corporación Nuevo Arco Iris, señala que hoy 20 mil ganaderos ostentan 40 millones de hectáreas de tierra con 22 millones de cabezas de ganado (Link Ver minuto 15:10); a Lafaurie no le va nada mal con los niveles de concentración de tierra tan dramáticos que tiene el país y con la evidente improductividad de su gremio. Así queda demostrada la estigmatización a la cual recurre el uribismo para deslegitimar las ZRC.
El debate de las ZRC debe ser dado desde la viabilidad y la conveniencia de esa figura para el campesinado colombiano, no desde la estigmatización que no es más que un torpedo, otro más, del uribismo hacia el proceso de paz; eso nos obliga a dar el debate sin odio y con argumentos a quienes propendemos por la paz Tomado de: http://colombiaencontexto.wordpress.com

jueves, 9 de mayo de 2013

Tres agroindustrias de los Llanos, compraron tierras con lios y violencia

Los invitamos a conocer este interesante dossier de verdadabierta.com (Link) donde encontraran información de interés sobre los llanos orientales y el problema de la tierra en Colombia, como siempre, abierto a la discusión y el debate de los que trabajamos el tema agrario

Reforma Agraria: Buscando la Paz con justicia social

En esta mañana les traemos un dossier de Tele Sur (Link) muy interesante, pues nos muestra de una forma sintética problema de la tierra en Colombia y de la Reforma Agraria que tanto se necesita