Decenas de habitantes de Piedras (Tolima) buscan alternativas para impedir su llegada al municipio
Por: Viviana Londoño Calle
“Yo
no estoy en contra de la Anglogold Ashanti. Estoy en contra de cualquier
empresa que pueda generar daños ambientales en el municipio”. Con estas dos
frases, el alcalde de Piedras (Tolima), Arquímedes Ávila Rondón, resume su
posición frente a la posibilidad de que la minera llegue al municipio. Por eso,
no se sorprendió el viernes pasado cuando fue notificado de que la Anglogold
Ashanti había interpuesto una tutela en su contra.
¿Por
qué terminó el alcalde de un municipio de 5.427 habitantes demandado por la
tercera productora de oro del mundo? La protesta pacífica que iniciaron decenas
de habitantes de Piedras el pasado 31 de enero en el corregimiento de Doima, y
que terminó con el bloqueo de la vía para impedir el paso de los vehículos de
la minera, es la respuesta.
El
malestar de los manifestantes es un claro ejemplo de los efectos colaterales
que tendrá en la zona la operación de la mina La Colosa, en el municipio de
Cajamarca. Como la empresa tiene la posibilidad de ubicar en 100 kilómetros a
la redonda la infraestructura que requiera para su proyecto minero, Piedras
—que está a unos 75 kilómetros— sería el lugar para construir el centro de
procesamiento del oro.
La
idea tiene bastante preocupados a varios pobladores por los efectos ambientales
que este proceso podría representar. El mayor temor radica en que una planta
para procesar el oro requiere millones de litros de agua, produce muchos
residuos y utiliza cianuro para separar el mineral de la roca.
Según
el abogado experto en derecho ambiental Rodrigo Negrete, este proceso, “además
de ser de por sí una actividad con un potencial contaminador enorme, liberará
otros metales pesados, como plomo o cadmio, afectando el ambiente de la zona,
especialmente el agua, el suelo y la biodiversidad”. Aun así, Félix Bonilla,
agricultor de la zona, insiste en que “Anglogold no ha socializado el proyecto
con la comunidad”.
Su
opinión la comparte el concejal Carlos Iván Olaya: “Iniciamos con la
manifestación con el fin de que el Gobierno le preste atención al municipio”.
Según dice, la posición de la comunidad es de “absoluto rechazo”.
Aunque
los manifestantes pusieron fin al bloqueo después de dos semanas, en sus planes
está impedir que la planta de lavado quede ubicada en el corregimiento de
Doima. Ayer, una comisión del municipio viajó a Bogotá para reunirse con el
ministro de Minas, Federico Renjifo, y exponerle sus preocupaciones. La próxima
semana esperan conformar una corporación en defensa del municipio.
Anglogold
Ashanti le dijo a este diario que después de buscar por varios medios que les
permitieran el paso a sus empleados, la única alternativa que encontró fue
interponer la demanda contra el alcalde. Agregó que la operación no generará
daños ambientales y que en los próximos días socializará el proyecto casa por
casa.
Respecto
a la tutela, Negrete es enfático: “De aplicarse la jerarquía normativa
consagrada en la Constitución Política, los convenios internacionales sobre
derechos humanos y sobre conservación ambiental, el juez que conoce la tutela
interpuesta por la Anglogold Ashanti debería tutelar los derechos de los
habitantes del territorio, y no los de los ejecutores de la política
extractivista del Gobierno”
Tomado
de: ElEspectador.com/Actualidad
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