Por: Iván Posada*
Con ocasión del foro en diciembre de
2012 sobre el primer tema de la agenda - sector agrario
- en el marco de la negociación
entre el gobierno y las FARC para poner
fin al conflicto interno, se pueden
distinguir dos tendencias claramente diferenciadas. Por un lado, la posición de
las organizaciones sociales, de los sectores progresistas y de la sociedad
civil en general. No obstante la variedad de enfoques y propuestas, hay una búsqueda de alternativas tendientes a
reestructurar el sector agrario en el país. Los puntos comunes tienen que ver sobre las formas de propiedad
sobre la tierra, las estrategias para introducir en el campo los cambios
necesarios para que la agricultura sea una actividad económica altamente
productiva, pero con todos los componentes necesarios para que la población
vinculada a la tierra como productores, se vea directamente beneficiada en
todos los aspectos a saber: acceso a la
tierra como medio de producción , el entorno económico para la actividad sobre
ésta sea eficiente y en lo social, el acceso
de los derechos económicos y sociales como
condición necesaria e incentivo para el campesinado.
Por el otro lado se destaca la
posición y la actitud de los gremios que hoy día controlan a actividad
agropecuaria en el país: La SAC, Sociedad de Agricultores de Colombia y
Fedegán, Federación de Ganaderos. La SAC , en cabeza de Rafael Mejía en su
intervención en el foro enfatizó que no habrá reforma agraria en Colombia
y que no se tocará la propiedad privada.
Así lo precisó: "En las mesas de negociación no se está planteando una
reforma agraria, el presidente y la mesa, de lado a lado, son muy claros en que
la propiedad privada bien habida se respeta, el modelo de mercado se respeta y
que el modelo económico no está en discusión".
Por su lado, el presidente de
Fedegán, José Feliz Laforie , invitado al foro para que expusiera los criterios
del gremio sobre el tema, sencillamente desconoció el evento y palabra menos
palabras más, argumentó que su presencia
en el foro era reconocer al movimiento
armado como interlocutor en el conflicto interno.
Tanto la SAC como Fedegán reconocen la alta concentración
de propiedad de la tierra en la minoría
de propietarios en calidad de latifundios, así como la excesiva destinación de
tierra con vocación agrícola a la explotación ganadera. A lo anterior habría
que agregar las áreas agrícolas que se están destinando a la extracción de
recursos minero – energéticos.
La posición de estos dos gremios y
la locomotora minero – energética dentro del Plan Nacional de Desarrollo,
constituyen grandes obstáculos para lograr acuerdos sobre desarrollo rural y reforma agraria integral en el contexto de
los diálogos que llevan a cabo el gobierno
colombiano y el movimiento armado.
Este solo aspecto del problema da
una idea de lo complejo de llegar a acuerdos sobre el tema. De ahí la
importancia que todos los sectores de la población colombiana se involucren en
este proceso que de una manera u otra nos atañen y van a influir nuestro
futuro
*Investigador Linea Agraria CEIS
Iposada47@hotmail.com
*Investigador Linea Agraria CEIS
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